martes, 9 de abril de 2024

SEXTA SEMANA: Objetividad, principios editoriales y cláusula de conciencia

 





Empresa periodística.  Los medios de comunicación son sistemas técnicos utilizados para llevar a cabo cualquier tipo de comunicación. Estos medios pueden ser tanto masivos (dirigidos a las masas) como interpersonales  (facilitan la comunicación entre individuos o grupos).

Los Medios Masivos de Comunicación son aquellos que brindan información o contenidos a las masas.

Los medios de comunicación, son canales de distinta naturaleza que ofrecen información que se pone el alcance del público a través de distintos recursos tecnológicos. Se suelen organizar como empresas. 

La empresa periodística es una organización que se dedica a la producción y difusión de noticias, información y contenidos relacionados con los acontecimientos actuales. Estas empresas operan en el ámbito de los medios de comunicación y desempeñan un papel crucial en la sociedad al proporcionar información veraz y relevante.

Los medios de comunicación, como la prensa escrita, la radio, la televisión e Internet, son los canales a través de los cuales las empresas periodísticas difunden su contenido. Las empresas periodísticas son las responsables de generar, seleccionar y presentar la información que se transmite a través de estos medios. La relación entre las empresas periodísticas y los medios de comunicación es fundamental para garantizar la difusión efectiva de las noticias y la construcción de la imagen corporativa.

La evolución de la empresa periodística muestra al menos dos características: 

1) es un sector de rápido desarrollo y 2) es un sector muy dependiente del cambio tecnológico. 

Se observan algunas tendencias: 1) Hay una tendencia hacia la concentración, ya sea mediante la adquisición de medios de comunicación por parte de grupos financieros, o su traspaso al poder gubernamental y, 2) Hay una tendencia hacia la atomización de los medios (reducción de tamaño de los equipos, reducción de precio de los equipos, reducciones de personal involucrado)


Vamos a observar la primera de ellas con algo más detalle


 Tendencias hacia la concentración

EMPRESA PRIVADA

La  concentración de la propiedad en la empresa informativa se refiere al proceso mediante el cual un número reducido de individuos, organizaciones o grupos controla una parte significativa de los medios de comunicación. Esto puede afectar la diversidad de voces y perspectivas en la información que se difunde y, en última instancia, influir en el pluralismo informativo.

En el contexto de las empresas periodísticas, la concentración de la propiedad puede llevar a un monopolio ideológico, donde una única visión o enfoque prevalece en la cobertura de noticias. Esto puede limitar la libertad de expresión y dificultar que la ciudadanía forme opiniones informadas y plurales sobre los temas de debate público.

La concentración de la propiedad en las empresas informativas es un tema relevante para garantizar la diversidad y el acceso a información veraz en una sociedad democrática.

¿Qué impacto social produce la concentración informativa? 

La concentración de la propiedad en manos de pocas compañías es una realidad en el mundo del periodismo contemporáneo. Para Estados Unidos por ejemplo, 20 empresas dominan 61 millones de periódicos que se venden diariamente, igual número de compañías controlan las 11,000 revistas del país, tres compañías controlan la industria de la televisión, 10 compañías hacen lo propio para las estaciones de radio, 11 compañías controlan las grandes editoriales que producen los libros del país.

Sin embargo, hay que recordar que Estados Unidos tiene leyes contra el monopolio empresarial y obliga a la transparencia a los gobiernos corporativos. Del mismo modo, muchos países han generado leyes que protegen el pluralismo, evitando la propiedad cruzada de los medios. Nadie podría afirmar que -pese a la concentración- Estados Unidos no goza de una prensa pluralista, con infinidad de voces. 

La concentración de la propiedad en los medios de comunicación tiene diversas consecuencias que afectan tanto la diversidad informativa como el acceso a una variedad de voces y perspectivas. A continuación, algunas de las principales consecuencias:

1.Menos Diversidad de Expresiones:

   - Cuanto menos dueños o "gatekeepers" controlen los medios, menor será el número de voces en el sistema.

   - Esto puede resultar en una homogeneización del discurso y limitar la pluralidad de opiniones y enfoques.

2. Filtrado de Información:

   - Los medios pueden no difundir ciertas informaciones que no se alineen con los intereses de sus propietarios.

   - Esto afecta la objetividad y la imparcialidad en la cobertura de noticias.

3. Uniformización de Contenidos:

   - La concentración de propiedad puede llevar a la uniformización de los contenidos en diferentes medios.

   - Esto reduce la variedad de perspectivas y enfoques disponibles para el público.


4. **Exclusión de Competidores Débiles**:

   - Grandes grupos de medios pueden intentar excluir del mercado a competidores más débiles o nuevos actores independientes.

   - Esto afecta la competencia y la diversidad de opciones para los consumidores.


5. **Influencia en el Sistema Político**:

   - La concentración de propiedad otorga mayor influencia en el sistema político.

   - Los medios pueden ejercer presión o favorecer a ciertos actores políticos.

Se estima que la concentración de la propiedad en los medios puede tener efectos significativos en la calidad y diversidad de la información que llega al público, así como en la salud de la democracia y el acceso a una comunicación plural y veraz.

Se le suele asociar con la perdida de credibilidad de la prensa. Así, una prensa concentrada en pocas manos sería una prensa menos creíble. Los críticos de la presencia de capital privado en la prensa (generalmente representativos del meinstream de la izquierda académica frecuente en las escuelas de Periodismo) suelen argumentar con estas ideas. No hay estudios empíricos que la sustenten. 

Una prensa concentrada, sin embargo, es un mejor negocio. Un buen negocio en el periodismo puede hacer frente a las presiones del Estado y su tendencia histórica a limitar la propiedad privada en los medios.


PROPIEDAD PUBLICA

La concentración de la propiedad de los medios de comunicación en manos del Estado o los gobiernos es un fenómeno que puede tener implicaciones significativas en la libertad de prensa, el pluralismo informativo y la diversidad de voces en una sociedad. A continuación, exploraremos algunas de las consecuencias y características de esta concentración:


1. Control Estatal de los Medios

   - Cuando el Estado o el gobierno posee o controla directamente los medios de comunicación, puede influir en la agenda informativa y limitar la independencia editorial.

   - Esto puede llevar a la promoción de una única perspectiva oficial y restringir la diversidad de opiniones.


2. Propaganda y Sesgo Político:

   - Los medios estatales pueden ser utilizados como herramientas de propaganda para promover la ideología del gobierno en el poder.

   - La información puede estar sesgada a favor del partido o líder gobernante.


3. Restricción de la Libertad de Prensa:

   - La concentración de la propiedad en manos del Estado puede dificultar la existencia de medios independientes y críticos.

   - Los periodistas pueden enfrentar presiones para autocensurarse o alinearse con la narrativa oficial.


4.Monopolio de la Información:

   - Cuando el Estado controla la mayoría de los medios, se crea un monopolio de la información.

   - Esto limita la competencia y la diversidad de fuentes de noticias.

La concentración de la propiedad de los medios en manos del Estado o los gobiernos puede afectar la calidad de la información disponible para el público y la salud de la democracia. Es fundamental mantener un equilibrio entre la propiedad estatal y la independencia de los medios para garantizar una sociedad informada y plural.

La tecnología favorece la idea antigua de One Media One Man Newspaper, una pequeña empresa periodística ha sido una constante histórica de nuestra actividad. La tendencia al minifundio informativo suple los vacío dejado por la concentración de grandes medios. La concentración también los afecta. Especialmente aquello de poner en una sola mano la función de redactor, jefe de redacción, diseñador, diagramador, gerente de circulación, director, cajero, etc. La mezcla de intereses periodísticos y comerciales también está presente. 

Cuáles son los deberes éticos de un periodista con su empresa. 

Pertenecer a una empresa informativa es también un asunto de mística. Pero también es un medio para ganar dinero y hacerle un bien a la comunidad. Todos y cada uno de los miembros de la empresa periodística deben tener el sentido de luchar por una misma causa

https://www.rcnradio.com/especiales/la-bomba-contra-el-espectador-30-anos-despues

Cuáles son los fundamentos éticos de la solidaridad del periodista con su empresa .

a. Deber de disponibilidad: el periodista tiene la obligación ética de darle lo mejor de sí mismo a su empresa. Y sólo obliga estar constantemente disponible, con un médico con sus pacientes. 

B. Deber de lealtad. El periodista debe ser leal no su empresa, y también con la dirección y los propietarios deben respetar la entidad intelectual y profesional del periodista. En algunos países los empresarios, gerentes y empleados de empresas periodísticas tienen las mismas responsabilidades éticas que el informador: debilitar todo compromiso que ponga en duda la independencia informativa y medio, de indiferencia con claridad todo el material publicitario informativo

Independencia del periodista. Los periodistas ingleses se negaron a participar en maniobras de desinformación pedidas por el alto mando británico durante la guerra de las Malvinas. Los militares impidieron el acceso de la prensa al frente de batalla. 

La prensa de Estados Unidos se negó a apoyar a las fuerzas armadas norteamericanas cuando invadieron Granada. Ambos casos ponen en evidencia que la independencia frente a los poderes es una actitud fundamental para un buen periodismo. La verdad y la independencia están por encima de todo. La objetividad-independencia es una actitud personal que permite estar más allá de cualquier dependencia o predeterminación Del juicio.

Qué compromiso ponen en duda la independencia informativa. 

La principal es obligar a los periodistas a conseguir avisos comerciales de sus programas. Lo contrato, pero si me consigue aviso. Esto incluye el financiamiento estatal. Consecuencias: A. Se limita la posibilidad de un análisis independiente y libre del acontecer. B. Se pierde la independencia la información. C. Se rompe el equilibrio informativo.

Joseph Pulitzer world de NY Quiera Dios que esta casa sea el hogar de un periódico siempre insatisfecho con la publicación de las noticias, que siempre lucha contra toda forma de mal, que sea siempre independiente. 

En el periodismo independencia es igual a coraje, fortaleza.

Cuáles son las principales dependencias que pueden limitar a un periodista. Éstas dependencias pueden proceder de:  A) organización financiera del medio de comunicación, de sus limitaciones económicas, de sus fuentes de financiación, de medidas restrictivas impuestas por los gobiernos, de la gestión de los editores, de la presión de las audiencias o de la relación de los periodistas con sus fuentes. B) limitaciones externas: cuando quien proporciona el financiamiento: créditos bancarios o contratos de publicidad, pretenden imponer sus condiciones a la empresa misma o a sus productos como estrategia para conseguir sus fines, fines que son distintos a los de los medios de comunicación. 

Pero la relación dinero-independencia tiene distintos significados. Pulitzer: Los diarios deben tener gran circulación, ya que sus noticias y comentarios deben llegar al mayor número posible de personas y, porque la circulación es igual a masa aviso, los avisos significan dinero y el dinero significa independencia. roy howard: ningún diario puede conservar su independencia editorial si deja de ser económicamente independiente. 

Tal como los medios de comunicación deben ordenar sus finanzas para mantener su independencia, el periodista debe organizar su economía personal y familiar de modo que no corra peligro su libertad. La austeridad en el modo de vida es una fuente de independencia para el periodista. Los códigos de ética coinciden en rechazar los regalos, las dádivas, los honorarios no procedentes del trabajo informativo, los premios otorgados por eventuales fuentes informativas, las invitaciones, viajes y obsequios. La empresa periodística tiene responsabilidad de mantener un nivel decoroso en las remuneraciones de sus periodistas con el fin de garantizar su independencia. Su sueldo debiera permitirle vivir sin necesidad de acudir a otras fuentes de ingreso. Los códigos regulan la aparición de periodistas en actividades de publicidad y relaciones públicas

Cómo pueden llegar a ser los gobiernos un límite para la independencia de la prensa. Ningún gobierno acepta ser autor de medidas de control o de censura para la princesa. Siempre le darán razones de interés público para censurar. El informe McBride de 1981 explica que los gobiernos se justifican por razones ideológicas y políticas, económicas y financieras y, Morales.

Aunque los gobiernos defienden en teoría la independencia de los periodistas, en la práctica no encuentran inconveniente y excesiva. El político considera su posición y sus ideas como absolutas; el periodista sabe, que esto es un relato entre muchos. El político necesita el periodista por su capacidad de llegar a las audiencias, pero ojalá que sea permeable a sus ideas. 

El periodista se sitúa frente al político como un actor clave de la vida social. 

James Gordon Bennett: No apoyaremos a ningún partido político ni seremos órgano de fracción o camarilla alguna y tampoco nos importan en absoluto  elección o candidato alguno, desde presidente a alguacil.

El periodista ha de ser  radical en su independencia, especialmente lo que se refiere a posiciones políticas. En América Latina esta relación ha sido equivoca. De allí la dificultad para entender y asumir una independencia total. Países gobernados por políticos de izquierda es complejo el tema porque se promueve la idea de qué son los partidos políticos (en el fondo un Partido Político) lo que orientan a la prensa y el trabajo de los periodistas. 

Lenin: La labor periodística debe de manera indefectible y obligatoria, estar indisolublemente vinculados con otros aspectos de la vida del partido. Un periodista matriculado profesionalmente un partido político pierde independencia. Pero también tenemos un corazón, que puede hacer el periodista para mantener la independencia frente a sus propios sentimientos y opiniones. Los códigos insisten en separar las opiniones personales de la información y rechazan como una práctica contraria a la Ética la presentación de opiniones junto con los datos de una información, sin diferenciación alguna. 

Walter Cronkite: no hay un solo hombre que pueda verdaderamente decir que no guarda en su pecho prejuicios, parcialidades y fuerte sentimiento de pro o en contra de alguno, sino de todos los temas del día. Y, sin embargo, constituye la marca distintiva del periodista profesional estar capacitado para dejar a un lado sus opiniones personales al informar sobre los sucesos de cada día.

En qué forma influye la independencia del periodista en su relación con las fuentes de información. Código de ética coinciden en que el periodista de ir adoptar una posición crítica frente a las fuentes, confrontarlas y comprobar sus afirmaciones. Debe ético de mantenerse independiente de las fuentes. Autoridad de la fuente no exime al periodista de la tarea de comprobar los datos que recibe. El periodista ha de ser leal con el público más que con sus fuentes. La lealtad y con la verdad, no necesariamente con la fuente.

Desde el punto de vista ético esta realidad implica nuevas relaciones entre periodistas y sus empresas. La evolución a la concentración de los medios de comunicación han llevado, por ejemplo, a una menor diferenciación entre sectores que han estado tradicionalmente separados: la parte comercial y la parte periodística, que ahora parecen más entre mezclados e Interdependientes Este cambio provocaría una omisión de noticias que afectan a las empresas del grupo dueño de los medios de comunicación, la tendencia de entrevistar a personalidades afines y un aumento de separata comerciales o productos publicitarios que se mezclan con noticias. 

El periodista (codificador-mediador-canalizador) es un operador semántico que actúa como un agente al servicio del publico, para seleccionar y transmitir no-intencionalmente mensajes que están normalmente fuera del alcance del sujeto colectivo para quien trabaja. 

Para que haya noticia periodística, el primer requisito es que unos emisores-codificadores seleccionen y difundan determinados relatos para hacerlos llegar a unos sujetos receptores, que aguardan dichos mensajes con la esperanza de hallar en ellos una satisfacción inmediata o diferida de sus necesidades informativas, mediante la cual consiguen elaborar un cuadro de referencias personales validas para entender el contexto existencial en que viven.

“En un principio la noticia periodística se definió como la comunicación a un público interesado de un hecho que acababa de producirse o de  anunciarse a través de unos medios de comunicación masivos. 

El conocimiento de noticias debía ser el reflejo de una realidad que tenía  que describirse, explicarse e interpretarse a los receptores para que pudiera formarse la   opinión pública... 

Los medios no tardaron en recibir críticas al considerar que ofrecían una realidad parcial o deformada que no se limitaba a ser un mero reflejo de lo que ocurría.   Fueron acusados de falsear la realidad y de ofrecer interpretaciones erróneas” (Mar de Fontcuberta).

El sentido de la verdad en el periodismo

Afirmar, hoy en día, que el periodista se debe guiar por la verdad no es una obviedad, habida cuenta de algunas tendencias periodísticas actuales. Ya no se habla tanto de la verdad objetiva como paradigma a seguir en el periodismo, sino, de la “sinceridad subjetiva 

con la menor carga posible de responsabilidad” (Blázquez). Ya no se trata de informar de acuerdo a la “realidad”, sino de “crearla”, “ construirla” de acuerdo a los intereses y gustos del público. Ya no interesa tanto que la noticia sea verdadera, sino que sea interesante,  “golpeadora”, conmovedora. Para estas tendencias, la verdad informativa no es la adecuación entre lo visto y lo comunicado, sino la “realidad” que el propio medio fabrica y transmite como  una obra exclusiva suya.

A la mentalidad “post-modernista” -llevada a la información- no le preocupa si la noticia es verdadera o falsa, sino si se está de acuerdo o en desacuerdo con ella. Así ni los actos humanos ni las personas son susceptibles de un juicio ético. Sólo gusta o no gusta. 

El respeto a la verdad es uno de los principios más nombrados en los códigos deontológicos. El periodista colombiano Javier Darío Restrepo dice:  los periodistas son por antonomasia “los profesionales de la verdad”. Sin embargo, en la práctica no siempre se advierte tal compromiso.

Por el contrario, se observa una pérdida del sentido de la verdad (informativa), es decir, aquella “compuesta” por la verdad gnoseológica (adecuación entre la inteligencia y la cosa) y la verdad moral (adecuación entre lo pensado y lo comunicado). En consecuencia, la verdad informativa debe entenderse como la adecuación entre lo visto, conocido o investigado y lo comunicado o difundido a través de los mcs. En este sentido, es una verdad “segunda”, por cuanto la adecuación del entendimiento no es con la realidad, sino con un conocimiento previo a ella, o sea, con el mensaje previamente adecuado a la realidad por el periodista. La verdad periodística es, entonces, una cierta adecuación que alcanza el periodista (emisor) al conocer la realidad y que comunica con objetividad al público (receptor). En este contexto la información emerge como una verdad compartida, que se hace común por comunicación.

La verdad informativa responde, además, al sentido etimológico de la expresión, que proviene del griego aletheiea y significa “descubrimiento”, “develamiento”, en el sentido de descubrir lo que está más allá de lo aparente. Esta expresión pasa al latín como veritas, apuntando a la idea de “adecuación con”, “rectitud”, “concordancia”.

Para que la verdad informativa se lleve a la práctica, se requiere de ciertas virtudes del informador, como la veracidad (que es una cualidad del sujeto que lo dispone positivamente a decir la verdad), es decir, aquella disposición positiva del periodista a transmitir siempre, lo más fielmente posible, la verdad y, por lo tanto, no se debe confundir con la “verdad de los hechos”. 

Admitimos que conocer la verdad de los hechos no es fácil, pero tampoco imposible. El periodista puede, aunque con esfuerzo, conocerla con bastante exactitud. Nos parece importante destacar este punto, pues al interior del mundo periodístico hay diferentes actitudes respecto de ella. 

La actitud escéptica, por ejemplo, que encuentra asidero en la década de los 50 y 60 con el llamado periodismo “underground” y “nuevo periodismo”, especialmente en EE.UU., quienes postulan que la verdad es imposible de conocer. Ante esto, sólo queda refugiarse en el mundo de lo aparente o de la ficción, que es más eficaz que la verdad. Aquí encontramos fórmulas pseudoperiodísticas que proponen la ficción como remedio para una realidad que es incognoscible. En este ámbito, literatura y periodismo se confunden, perdiendo con ello sus respectivas fronteras. Desde esta perspectiva se produce la paradoja de que el periodista inventa para decir la “verdad”.

Emblemático es el ya clásico caso de la periodista Jeanette Cook, periodista del Washington Post, que recibió el premio Pulitzer en 1981 por su reportaje Jimmis’s World., Cook inventó la historia de un niño llamado Jimmi, de ocho años de edad, adicto a la heroína y maltratado por sus padres.

En este contexto, hacer periodismo es interpretar la realidad. 

LINEA EDITORIAL Y LA CLAUSULA DE CONCIENCIA

¿Qué pasa si entra en colisión la objetividad del periodista con la línea editorial de la empresa informativa?

Partamos por el principio. Una empresa informativa es una organización cuya función principal es recolectar, procesar y distribuir información a través de diversos medios de comunicación, ya sean impresos, audiovisuales o digitales. Esta información puede ser de interés general o especializado y puede abarcar distintos ámbitos, como la política, la economía, la cultura, el deporte, entre otros.

Las empresas informativas pueden tener diferentes formas, desde grandes conglomerados multimedia que abarcan distintos medios de comunicación y territorios, hasta pequeñas publicaciones independientes que se enfocan en temas específicos o regiones particulares. En este sentido, existen medios que se dedican exclusivamente a la prensa escrita, otros que se enfocan en la televisión o la radio, y otros que han adoptado un modelo multimedia que incluye plataformas digitales.

Además de la recolección, procesamiento y distribución de información, las empresas informativas también pueden llevar a cabo otras actividades relacionadas con el periodismo, como la investigación, el análisis, la opinión y el entretenimiento. Asimismo, estas organizaciones también pueden contar con diferentes áreas, como la redacción, la edición, la producción, el diseño, la fotografía, la publicidad y el marketing, entre otras.

En la actualidad, las empresas informativas enfrentan grandes desafíos debido a la transformación digital y los cambios en los hábitos de consumo de información. Los medios tradicionales se han visto obligados a adaptarse a las nuevas tecnologías y plataformas digitales para llegar a un público cada vez más diverso y exigente. En este contexto, las empresas informativas han tenido que replantear su modelo de negocio y buscar nuevas fuentes de financiamiento para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

La historia del periodismo señala una tendencia clara a considerar la publicación de periódicos como un negocio. Antiguamente se necesitaba muy poco para publicar un diario


1835 James Gordon Bennett, Herald de NY 

500 dólares. 2 sillas y un cajón

1841 Horace Greeley. Tribune 

1000 dólares

1851 Henry Reymond, NY Times

100 mil dólares


Hoy día cualquiera puede publicar un diario, siempre que disponga del capital necesario.


La historia del periodismo muestra también que la publicación de diarios ha seguido la tendencia de crecimiento de la industria moderna. 


IMPRENTA TRADICIONAL——´PEQUEÑA SOCIEDAD EDITORIAL—GRAN SOCIEDAD ANÓNIMA


La naturaleza misma de la empresa periodística demanda una organización muy compleja, pero que necesita, al menos dos lados: el editorial y el administrativo.

Aunque no existe una forma única de organizar una empresa periodística todos los periódicos grandes y pequeños tienen seis divisiones generales

1ejecutiva, maneja la administración general de la compañía editora. Suele consistir en una junta directiva, un presidente-editor o un propietario-director . 

2 editorial, se encarga de redactar el periódico, se preocupa de proporcionar el material escrito y gráfico . 

3 administrativa:Obtiene el dinero que las otras divisiones gastan, controla la circulación la promoción y la venta de un periódico.

4 mecánica, maneja la composición material del periódico, imprentas rotativas etc. 

5 auditoría, se encarga de la contabilidad facturas, créditos, contratos etc. 

6. Sector servicios, desarrolla cuatro funciones principales, limpieza, garajes, almacén y entrega del periódico.

CONCEPTO Y CONTENIDO DE LOS PRINCIPIOS EDITORIALES
La multiplicidad de términos y conceptos utilizados para referirse a los elementos que constituyen la esencia de la mismidad de la empresa informativa dan prueba de la dificultad para aprehender dicha realidad. 

Los principios editoriales de una empresa informativa son un conjunto de directrices éticas y deontológicas que establecen las normas y valores que rigen la labor periodística en una organización. Estos principios guían la selección, producción y difusión de noticias y contenidos periodísticos, y son esenciales para garantizar la calidad y la veracidad de la información que se difunde.

Los principios editoriales suelen incluir aspectos como la búsqueda de la verdad, la objetividad, la imparcialidad, la independencia y el respeto a los derechos humanos y los valores democráticos. También pueden establecer normas específicas en relación con la selección de fuentes, la verificación de los hechos, la corrección de errores y la protección de la privacidad y la dignidad de las personas.

Además de estos valores y normas éticas, los principios editoriales también pueden incluir directrices sobre la estructura organizativa de la empresa informativa, la gestión de recursos humanos y financieros, la relación con los lectores y la sociedad en general, y la participación en debates públicos y políticos.

En definitiva, los principios editoriales de una empresa informativa son fundamentales para garantizar la calidad y la veracidad de la información que se difunde, y para mantener la confianza y el respeto de los lectores y la sociedad en general. Además, estos principios son esenciales para garantizar la integridad y la dignidad de los periodistas, así como su capacidad para ejercer su labor con independencia y responsabilidad social.

Principios ideológicos; línea editorial; idea empresarial; contenido informativo de la publicación; orientación y formas de pensamiento; razón de ser; identidad del contenido editorial; principios generales inspiradores; fines ideológicos; línea
de pensamiento, son los conceptos más utilizados en la actualidad.

Sea cual fuere la terminología elegida, existe también una evidente dificultad para aproximarse a la definición del concepto y sus contenidos, hasta el punto de que hallar una definición generalmente aceptada para esta idea es todavía una de las tareas pendientes en la investigación especializada.

En términos generales, la definición varía dependiendo del objeto de observación.
Si atendemos principalmente al medio, esto es, al soporte instrumental que permite a la empresa cumplir su finalidad de difusión informativa, los principios editoriales pueden definirse como aquellos principios que afectan a la configuración del producto informativo. 

Los principios editoriales de una empresa informativa se enfocan principalmente en la ética y la deontología del periodismo, estableciendo normas y valores que guían la selección, producción y difusión de noticias y contenidos periodísticos. Estos principios se enfocan en garantizar la calidad y veracidad de la información que se difunde, así como en mantener la confianza y el respeto de los lectores y la sociedad en general.

Por otro lado, los principios ideológicos de una empresa informativa se enfocan en la orientación política, social y cultural que adopta la empresa en su labor periodística. Estos principios se enfocan en establecer la línea editorial de la empresa, definiendo sus posturas políticas, ideológicas y culturales.

Es posible que los principios editoriales y los principios ideológicos de una empresa informativa estén relacionados o incluso que se solapen en algunos aspectos, pero no son equivalentes. La línea editorial de una empresa puede influir en la selección y enfoque de las noticias que se publican, pero los principios editoriales deben prevalecer sobre los principios ideológicos en lo que se refiere a la ética y la deontología periodística. Es importante que una empresa informativa mantenga una clara separación entre sus principios editoriales y sus principios ideológicos para garantizar la calidad e integridad de su labor periodística

De manera más concreta, Hugo Aznar los define de la siguiente manera: «Conjunto de principios formulados explícitamente por la empresa y destinado a inspirar la filosofía, el planteamiento y los objetivos generales del medio que promueve, así como a orientar en cierta medida sus pautas de funcionamiento cotidianas» 

Si nos despegamos del producto para elevar la observación al conjunto de la empresa, los principios editoriales pueden ser denominados «principios configuradores», concepto acuñado por Nieto e Iglesias y que abarca una realidad más amplia que la del medio de comunicación, para abarcar y proyectarse sobre la totalidad de la organización empresarial. 

Los principios configuradores son definidos por estos autores como «el conjunto de conocimientos determinados que inspiran los contenidos informativos y fundamentan la estructura y actividad empresarial»


Francisco Iglesias, por su parte, aporta una definición que aproxima las dos visiones expuestas al incluir en la misma tanto al medio de comunicación como a la empresa informativa responsable del mismo: «El ideario de un medio de comunicación, o conjunto de ideas y pensamientos principales que resumen su razón de ser, puede tener

una ajustada expresión en lo que también se conoce como principios editoriales o principios configuradores. En estos casos, la palabra principios se refiere al origen y fundamento intelectual de la empresa; el término editoriales significa que esos principios no permanecen

inéditos u ocultos sino que se hacen públicos y se dan a conocer; el vocablo configuradores expresa, por su parte, la capacidad de dar figura peculiar a la empresa, aportando unidad y distinguiéndola de otras».


¿A quién corresponde formular los principios editoriales? Sin lugar a dudas, al empresario de la información esto es, a la persona física o jurídica titular de la empresa, cuya primera decisión y facultad debe ser precisamente ésta de definir los elementos identificadores, la razón de ser de su proyecto empresarial. Es la tarea esencial y primera del empresario de la información, como señalan Nieto e Iglesias:


«La experiencia enseña, con implacable constancia, que si la primera decisión del promotor no es concretar las ideas que servirán de cimiento a toda la tarea de difusión informativa, la empresa nace deforme. 

El mayor riesgo de la empresa es la incertidumbre sobre qué se quiere difundir y a quién se quiere hacer llegar» 


Ahora bien, los principios así formulados sólo pueden convertirse en realidad viva y vivificadora de la empresa y del medio de comunicación en la medida en que son asumidos por los profesionales que trabajan en el mismo



LA SINGULARIDAD DE LA EMPRESA INFORMATIVA

¿Qué clase de empresa es la empresa informativa? ¿Es diferente de cualquier otro tipo de empresa? ¿Deben exigírsele condiciones especiales en su actividad, organización o finalidad? De manera muy general, pueden señalarse cuatro rasgos claramente distintivos de las empresas informativas

En primer lugar, la empresa informativa se diferencia de cualquier otra Por el hecho de que el producto que se genera de su actividad es un bien de extraordinaria relevancia social en cuanto que es objeto de un derecho humano fundamental, el derecho a la información, que nuestra Constitución reconoce.

EL TRABAJO DE LOS PERIODISTAS

Además de por la naturaleza de su producto, la especificidad de la empresa informativa radica también en la naturaleza del trabajo intelectual mediante el cual se genera dicho producto, un proceso de producción que podríamos calificar de «mentefactura» por oposición a «manufactura» , que exige por parte de la organización empresarial en la que se integran los profesionales que desarrollan dicho trabajo, el reconocimiento y respeto de su independencia y autonomía en el desempeño de sus funciones profesionales.

 Esta independencia viene requerida y se justifica precisamente por la labor de intermediación del periodista con el sujeto titular del derecho a la información, esto es, cada persona individual, cada ciudadano susceptible de recibir libremente la información generada igualmente en un contexto de libertad de investigación y difusión. La independencia del periodista es, por tanto, una característica identificativa de su actividad y, en consecuencia, un derecho que los profesionales deben exigir no sólo frente a los poderes públicos sino también ante La empresa. Esta exigencia cobra una importancia mayor cada día en la medida En que crecen también las presiones sobre los profesionales, provenientes Fundamentalmente del ámbito de las propias empresas y sus propietarios y de la dinámica de un mercado que tiende a fagocitar y sacrificar la calidad informativa en el altar de la maximización de audiencias, la reducción de costes y la optimización de los beneficios empresariales.


LIBERTAD DE EMPRESA

En tercer lugar, la vinculación directa entre el producto de la actividad periodística y el sistema de libertades públicas sobre el que se sostiene y al que a su vez da sustento, exige libertad empresarial y de mercado, esto es, un entorno abierto en el que la actividad del empresario de la información pueda desarrollarse de manera igualmente libre. En palabras de Alfonso Nieto, «no habrá libertad de prensa allí donde no haya libertad de empresa periodística» , presupuesto que implica por una parte la libertad de creación de empresas periodísticas y por otra la libertad de elección de la forma jurídica que desee adoptar la empresa, sin que pueda existir verdadera libertad de empresa si se establecen limitaciones a alguna de ambas condiciones. Abundando en lo anterior, el reconocimiento de las características diferenciadoras de la empresa informativa o empresa de comunicación, evidenciadas más arriba, abre el debate en torno a si a este tipo de empresas corres-ponde un estatuto igualmente difernciado o si por el contrario deben estar sometidas al derecho común de todas las empresas.


D) DOBLE FINALIDAD

Finalmente y como consecuencia de todo lo anterior, la empresa informativa no tiene como finalidad única la obtención de beneficios, sino también la difusión de información, de manera que su misión última, la finalidad de su actividad sólo se cumple en la medida en que ambos fines coexisten de manera indisociada. «El dilema no es información o beneficios —explica Carlos Soria—. El verdadero problema de las empresas informativas, su talón de Aquiles, el desafío planteado a empresarios y periodistas, es éste: información, sí; beneficios, también»

Los principios editoriales

En el primero de los libros de Nieto Tamargo, El concepto de empresa periodística3, que constituye un jalón intelectual en el camino por él abierto para conceptualizar científicamente la empresa de prensa, después de referirse al objeto de la empresa (y antes de estudiar en el mismo capítulo los elementos personales, los medios económicos y las relaciones comerciales), abre un epígrafe con el título principios editoriales. Pone ahí estos principios en estrecha relación con la finalidad,no indeterminada, sino concreta, que persiga una empresa periodística (Nieto, 1967). El promotor que inicia la organización de su idea empresarial (habla Nieto en ese momento de promotor más que de empresario) tiene como primera tarea "la determinación de los principios ideológicos que presidirán el contenido informativo de la publicación que pretende editar". Esas "orientaciones y formas de pensamiento" serán las que precisamente cualifiquen a la publicación. Con otras palabras, lo que el promotor de la empresa debe concretar es "la razón de ser" del periódico o de la revista, es decir, lo que se puede denominar también "línea editorial".


Lo que quiere decir, y dice, es que la adhesión del lector viene determinada por su identificación con la línea editorial y el contenido

de la publicación, y que este contenido tendrá un mayor asentimiento de la colectividad en

tanto en cuanto esté más próximo a la idea de libertad e independencia.

Deja apuntadas el autor finalmente, en ese breve texto que estamos comentando, dos ideas

que son reflejo de su pasión por la libertad, y que volveremos a encontrar en sus escritos posteriores.

La primera: que los principios editoriales deben ser propuestos, no impuestos por el promotor; la segunda –que considera, además, un principio fundamental en la empresa de prensa– es que, tras la libre aceptación, los principios editoriales deben ser compartidos por las personas que trabajan en la redacción4. En ese sentido tienen los periodistas una especial posición en la empresa periodística: "los equipos de personas que componen la redacción materializan la idea de edición identificándose con el promotor o empresario en la realización de esta tarea" (Nieto, 1967: 76).

Poco más dice sobre los principios editoriales en este su primer libro. Pero de lo que dice cabe deducir:


A. La importancia y trascendencia, no sólo intelectual, sino también operativa y práctica de los principios editoriales en la empresa periodística.


B. La finalidad de la empresa periodística es la difusión de informaciones e ideas; la publicación La finalidad de la empresa periodística es la difusión de informaciones e ideas; la publicación –periódico o revista– es medio instrumental para esa difusión.


C. Por el objeto específico de aquel libro inicial y su contexto, es lógico que Alfonso Nieto se refiera entonces sólo, y en concreto, a la empresa de prensa y, dentro de ella, especialmente al producto periodístico: periódico o revista. Más adelante tendremos ocasión de estudiar en qué momento y circunstancias, aquel planteamiento germinal se desarrolla y plasma ya no sólo con relación a la empresa de prensa sino para la empresa informativa en general, y no sólo en el ámbito más reducido del producto periodístico sino también en otros decisivos campos y aspectos de la empresa de comunicación.

La cláusula de conciencia

Como es conocido, la doctrina de la cláusula de conciencia suele mantener que el objeto de ésta es defender y garantizar la libertad de espíritu y la independencia de los informadores, con base en la eminente dignidad y relevancia social de la profesión informativa. Nieto estudia en aquellas páginas la naturaleza de la profesión de informador y el estado doctrinal y legal de la cláusula de conciencia, y se detiene especialmente en el caso francés: "aunque ya existían precedentes en la legislación italiana, sin embargo la doctrina es unánime en atribuir a Francia el mérito de recoger en texto legal el conjunto de derechos a favor del periodista conocidos con el nombre de ‘cláusula de conciencia’" (Nieto, 1977: 193).

Los principios editoriales, cauce para la libertad informativa

Lejos de limitar o coartar la libertad del informador, los principios editoriales encauzan esa libertad,al tiempo que facilitan la coherencia entre las tareas de informar y los fines de la empresa.


La línea editorial raras veces se encuentra en un texto que una junta aprueba y que se conserva en alguna caja fuerte como la fórmula secreta de algún producto.


C o n c e p t o

Se llama línea editorial de un medio, A la orientación permanente de sus publicaciones: intencionalidad de sus editoriales, selección de sus columnistas, personajes que se entrevistan o que se silencian, hechos que se destacan o que se omiten, enfoque habitual de las noticias. Para descubrir esa línea editorial, como para conocer el carácter de una persona, es necesario un seguimiento crítico de sus ediciones o emisiones y de sus reacciones frente a los hechos. Si se trata de adoptar una línea editorial, los responsables del medio de comunicación deberán responderse sobre su intencionalidad: ¿quieren un medio dedicado al deporte? ¿A las noticias? ¿Al entretenimiento? ¿A la cultura? ¿a la política? ¿A la economía? ¿A la religión? ¿A la farándula?


Definido el objetivo central y preferente, deberá resolverse el de los medios para obtener y presentar los materiales. Es lo que suelen presentar los medios en sus manuales de estilo que son la expresión de la línea editorial del medio.


Desde el unto de vista ético la definición editorial de un medio resuelve de antemano los dilemas éticos que genera una agenda difusa o indefinida. Una agenda definida es una toma de posición, implica una decisión ética y unas reglas de juego claras, susceptibles de acuerdos o desacuerdos, de examen y de discusión.


EL INFORMADOR NO ES UN EMISOR QUE CON ABSOLUTA AUTONOMIA EMPRESARIAL  COMUNICA SUS IDEAS Y NOTICIAS AL SUJETO UNIVERSAL DE LA INFORMACIÓN .  EN EL PROCESO EMPRESARIAL EL PERIODISTA INFORMA DE ACUERDO  CON LOS PRINCIPIOS EDITORIALES DE LA PRENSA –LIBREMENTE PACTADOS Y ACEPTADOS- ENTRE EL PERIODISTA Y LA EMPRESA EN LA QUE LABORA.


El medio de comunicación es una empresa que, necesariamente, tiene una tendencia ideológica. Esta línea editorial puede ser cualquiera que el empresario quiera darle, sin perjuicio de las limitaciones que imponga la legislación, por ejemplo en Chile, la Constitución Política garantiza a todas las personas en su artículo 19 número 16 la libertad para desarrollar cualquier actividad económica, que no sea contraria a los supuestos que la norma contempla, como son aquellos casos en que la empresa y sus fines sean contrarios a la moral, a la seguridad o la salubridad públicas, o que lo exija el interés nacional , de este modo, el empresario podrá establecer la línea editorial o los principios editoriales, que serán base de toda su actividad empresarial, dentro de este amplio margen que establece la propia Constitución.


Al estar el profesional de la información vinculado a la empresa por un contrato de trabajo, no actúa éste de manera absolutamente libre e independiente dentro de la misma, sino que debe hacerlo de manera coherente y armónica con los principios que ella sigue. La empresa informativa es una “entidad integradora, en donde el profesional tiene un compromiso cierto de integración” (Bel, Corredoira y Cousida, 1992, pp. 263), esto se justifica plenamente si se tiene en mente que los mencionados principios editoriales los ha fijado la empresa con anterioridad a la contratación del periodista; la línea editorial es previa y claramente definida, parece imposible que, al contratar con ella, el profesional ignore el compromiso ideológico que deberá mantener en su labor. De esta manera, debe suponerse que el profesional acepta estos principios y, es más, se identifica con ellos, porque de no hacerlo deberá entenderse que por propia voluntad traiciona su conciencia y, en esta situación, no podría operar la cláusula de conciencia. El grado de identificación con estos principios es de difícil determinación y de suyo un tema de gran 

extensión, a modo de síntesis y siguiendo al profesor Nieto Tamargo , se propone que el grado de identificación debe no solo ser de absoluta imparcialidad, porque de lo contrario se trataría de un fraude social respecto de los destinatarios de la información. 


Toda empresa tiene una función o un rol que cumplir. De hecho, los teóricos le llaman “misión” al objetivo que justifica la existencia de la misma. Hay un sentido innato del lucro, en el cual se busca obtener un beneficio en función de una inversión original. En otro tipo de rubros, ello quedo mucho mas claro. Dentro de su razón de ser está el de obtener dinero a través de la venta de algún producto o servicio. Las organizaciones sociales, también definidas como empresas, escapan un poco de ello, ya que lo buscado puede muchas veces estar más cerca de la razón de ser de las organizaciones sociales. Las empresas periodísticas pueden estar un poco en cada uno de estos estamentos. Un medio puede buscar un rédito desde el punto de vista contable, pero también puede ser un buen “negocio” aunque los egresos superen a los ingresos. Esto se explica fácilmente cuando la intención es la de transmitir una ideología (aunque esta sea de ecología o política) y el beneficio está solo en generar un cambio en la sociedad. Esto explica que el periodismo sea la mas política de las profesiones. Durante siglos, el periodista y el político iban permanentemente asociados. De hecho, la profesión dominante entre los dirigentes del siglo XIX era esa profesión, la que en los tiempos actuales ocupa el abogado (debido a la judicialización del manejo de lo público). Esto pone en crisis el de pretender que el periodismo independiente sea una realidad. Podemos hablar de profesionales o empresas autónomas, pero no necesariamente (y de hecho no lo son) de independencia. Siempre existe dependencia de una subjetividad, ya que en la información la neutralidad u objetividad es una pretensión pero no una realidad concreta. 



http://www.komunicacion.com.ar/CdeCO_Unidad_6_LaEmpresaPeriodistica.pdf


La cláusula de conciencia puede sin duda ser encasillada como un supuesto de objeción de

conciencia, en específico, como una objeción laboral. El que se trate de un deber jurídicoprivado, representado por la relación laboral, por el contrato de trabajo entre el periodista y la empresa, es equivalente de todas maneras al deber jurídico objetable, es decir, el deber emanado de la relación contractual es el deber jurídico objetable. Esta objeción consiste en que por motivos morales, es decir, de conciencia, no otros, el periodista se opone al cumplimiento de un deber contractual, el informador se niega a informar de acuerdo con una ideología contraria a sus principios, a sus convicciones, ante este panorama, tiene 2 opciones:

• se niega a informar, o lo hace según sus convicciones, las que por ser contrarias o diferentes a las del medio de comunicación no son publicadas o son modificadas, o; • solicita la rescisión del contrato con la empresa.


Anguita Ramírez, Pedro. El Derecho a la información en Chile. Análisis de la Ley 19.733 sobre Libertades de Opinión e Información y Ejercicio del Periodismo. (Ley de Prensa). Lexisnexis, Chile. 1era edición enero 2005, pp. 276. 


cifuentes Correa, N. M. A. (2008). La Cláusula de Conciencia Periodística en Chile. (Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales), Universidad Austral de Chile, Valdivia. Retrieved from https://bibliotecadigital.indh.cl/bitstream/handle/123456789/824/Tesis-2014.pdf?sequence=1&isAllowed=y#:~:text=Se%20ha%20se%C3%B1alado%2C%20en%20el,(Roca%2C%201993%2C%20pp. 


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