lunes, 22 de abril de 2024

SEPTIMA SEMANA: La relación entre el periodista y sus fuentes.

 


Los periodistas no son testigos de todos los acontecimientos o de los hechos que informan.

Hay sucesos que se producen  sin que haya un periodista que den testimonio directo de lo ocurrido como una sesión parlamentaria, competencia deportiva, conferencia de prensa.

Es necesario que el periodista se informe previamente antes de reportear un hecho y de ser redactado como noticia.

Para ello hay que recurrir a las denominadas FUENTES INFORMATIVAS.

ENTENDEMOS COMO FUENTE INFORMATIVA TODA PERSONA QUE, A TÍTULO PERSONAL O COMO REPRESENTANTE DE UNA ENTIDAD PUBLICA O PRIVADA, TENGA EN SU PODER O CONOZCA DIRECTAMENTE UNA INFORMACIÓN Y QUE SE VEA EN SITUACIÓN DE COMUNICARLA A QUIEN ESTÁ EN POSICIÓN DE BUSCAR DICHA INFORMACIÓN.  NO HAY QUE CONFUNDIR LA FUENTE INFORMATIVA CON EL PROTAGONISTA DEL HECHO NOTICIOSO.


El protagonista del hecho noticioso (por ej, un accidente) se ve envuelto en el hecho, y el hecho puede ser percibido directamente por el periodista o por terceras personas.


Frente al requerimiento de dicha  información, la fuente puede estar: 


  • Obligada jurídicamente entregar dicha información, que es el caso de la mayoría de las llamadas fuentes públicas. 
  • En situación de proporcionar o no la información, dependiendo de su voluntad o de sus intereses, que es el caso de las llamadas fuentes privadas. 
  • Protegida jurídicamente para negarse a proporcionar la información requerida, por ejemplo, amparada por el secreto profesional.

Las fuentes en las rutinas periodísticas

El concepto de relación entre el periodismo y sus fuentes de información se desarrolla de forma especial desde la década de los años 70 donde la empezaron a analizar autores como Tunstall, Tuschman y Fischman, grandes referentes que nos han acompañado a lo largo del recorrido académico de los profesionales de la comunicación. 


Sin embargo, el concepto de fuente informativa hoy en día ha crecido en contenido y sobre todo y más importante ha evolucionado con la incorporación de Internet. 


Sin duda, las nuevas tecnologías nos permiten acceder a una inmensa cantidad de datos de una manera fácil y rápida ya que son muchos los expertos que aportan sus trabajos y los hacen públicos para la consulta libre a través de la red. Además, Internet también nos ofrece la posibilidad de contactar con especialistas de todo el mundo de forma sencilla para consultar o intercambiar opiniones, antes había que ir preguntando y así se iban componiendo las agendas de fuentes de los periodistas, fuentes valiosas que ahora ya se acumulan en las agendas telefónicas de nuestros teléfonos móviles y en el directorio de contactos de nuestros correos electrónicos.



En cualquier medio se dan criterios de valoración de las noticias y las etapas de producción como rutinas periodísticas. La posibilidad de que la construcción de la noticia se organice en una rutina facilita el trabajo y permite enfrentar más eficazmente una información de último momento.


La disponibilidad de fuentes confiables, productivas y accesibles son las condiciones básicas para el desempeño de la tarea periodística. Sin embargo, la relación de los periodistas con las fuentes en una rutina periodística se puede traducir en lealtades complejas y de “contratos” tácitos, tanto por parte del medio como de forma personal con los que alcanzar una supuesta exclusividad en un momento dado. La relación entre el periodista y la fuente está construida sobre la presunta confianza que entre ambos se establezca. Pero un abuso de confianza entre ambas partes puede llevar a la falta de rigor informativo y a caer en el intercambio de informaciones interesadas, provocadas o poco objetivas.


El hecho de que las agendas temáticas de un medio sean habituales provoca recurrir a fuentes productoras de información también habituales, y así los medios se aseguran de tener una continuidad y homogeneidad de los temas tratados. Y es aquí cuando suele olvidarse o dejarse en segundo plano la verificación de las fuentes, pues el trabajo organizado y rutinario, la agenda establecida, además del escaso tiempo del que se dispone, hace que no se contrasten las informaciones adecuadamente y se caiga en una “rutina” de información basada argumentos pobres y, en ocasiones, interesados. Por ello es beneficioso tener una serie de contactos o fuentes habituales de las que servirnos, en ocasiones, para contrastar o consultar posibles informaciones, pero sí es contraproducente una abundante confianza o una estrechez entre un periodista y la fuente.


La TESIS DEL PERRO GUARDIAN 

Habla del rol de la prensa dentro de una sociedad democrática. El periodismo como un actor obligado asumir la función de un watchdog, un animal alerta que ladra cada vez que identifica a un intruso. El periodismo "perroguardián" incluye alertar a otros cuando un problema es detectado (fraudes corporativos, toma de decisiones a nivel gubernamental, defensa del consumidor, etc.). 


La Primera Enmienda (Enmienda I) a la Constitución de los Estados Unidos prohíbe la creación de cualquier ley con respecto al establecimiento oficial de una religión, que impida la práctica libre de la misma, que reduzca la libertad de expresión, que vulnere la libertad de prensa, que interfiera con el derecho de reunión pacífica o que prohíba el solicitar una compensación por agravios gubernamentales. Fue adoptada el 15 de diciembre de 1791, como la primera de las diez enmiendas de la Carta de Derechos.

Varios modelos de la teoría de la comunicación han intentado de poner de relieve la estrecha dependencia que se produce entre el periodista y sus fuentes.


Los problemas en la falta de verificación

Ofrecer una información falsa o incompleta puede traer consecuencias no solo para el medio que publica esas informaciones, que puede ver dañada su credibilidad, sino para terceras personas que se vean afectadas por los contenidos que se deriven. Las consecuencias pueden variar y diferir mucho entre sí:


Publicando datos erróneos estamos desinformando a la audiencia, incumpliendo con uno de los valores clave del ejercicio periodístico.

Podemos perjudicar a terceras personas, llegando a vulnerar su derecho al honor, derecho a su intimidad personal y familiar y/o su derecho de imagen, recogidos en la Constitución y las leyes vigente. También es posible caer en injurias cuando la información no está bien contrastada y falta a la verdad de los hechos.

Qué son las fuentes


Es la vida social: los individuos, los grupos sociales y las instituciones tales como el gobierno, la Iglesia, las Universidades, el comercio, la prensa, los tribunales de justicia, los legisladores, los líderes de opinión.

En su dinámica social: son las relaciones sociales de conflicto y cooperación, la conducta y personalidad sociales, las costumbres, hábitos, tradiciones, actitudes y expresiones de los protagonistas de la sociedad.

Las fuentes de información son los abrevaderos de donde el periodista toma la información. Allí se origina la “Noticia”.

No se puede concebir una información sin una fuente pues es su origen y su fundamento.

En ella se apoya, el periodista para afirmar o negar la existencia de la noticia.

De las fuentes se recopilan: documentos; expresiones ( de las personas o voceros); u observaciones sobre actitudes y conductas de las personas, instituciones, grupos, y otros.


Total independencia entre la fuente y el periodista. 

Debiese haber  un distanciamiento natural entre el que produce la noticia y el que informa sobre la misma.


Las fuentes y el periodista cooperan. Fuente y periodista tienen algunos objetivos comunes: uno necesita que una determinada información se publique y otro necesita obtener noticias para satisfacer a sus superiores o para vender más periódicos. En determinadas ocasiones, las fuentes filtran una información que les interesa que aparezca y que los medios no se pueden resistir a publicar.


La fuente es la que prácticamente hace la noticia. Sería el caso de los comunicados oficiales. A partir de la proliferación de los gabinetes de prensa, aumenta la denominada “información convocada” en la que la fuente hace la noticia.

La relación entre el periodista y la fuente informativa en ocasiones puede ser motivo de conflicto; el mantenimiento del secreto profesional es un ejemplo de ello. La Deontología profesional periodística, como orden normativo, intenta regular estas relaciones.


Contrastar , Atribuir y Referir 


Necesidad de contrastar. Para relatar un acontecimiento, los periódicos de calidad y los buenos periodistas no recurren a una sola fuente informativa pues su información puede resultar sesgada, errónea o poco veraz, recurren a distintas fuentes para contrastar las informaciones ofrecidas por unas y otras.El hecho de que las agendas temáticas de un medio sean habituales provoca recurrir a fuentes productoras de información también habituales, y así los medios se aseguran de tener una continuidad y homogeneidad de los temas tratados. Y es aquí cuando suele olvidarse o dejarse en segundo plano la verificación de las fuentes, pues el trabajo organizado y rutinario, la agenda establecida, además del escaso tiempo del que se dispone, hace que no se contrasten las informaciones adecuadamente y se caiga en una “rutina” de información basada argumentos pobres y, en ocasiones, interesados. Por ello es beneficioso tener una serie de contactos o fuentes habituales de las que servirnos, en ocasiones, para contrastar o consultar posibles informaciones, pero sí es contraproducente una abundante confianza o una estrechez entre un periodista y la fuente.


Necesidad de atribuir. Es conveniente que el periodista revele al lector la fuente de la que ha conseguido el dato o el conjunto de informaciones que incluye en su noticia. Eso otorga credibilidad al texto. Tan solo puede ser ocultada intencionadamente en aquellas ocasiones en las que la fuente se niegue a que se revele su identidad o en las que el periodista pueda sospechar que la integridad de la misma peligra en caso de ser difundida. 

En estos casos, el secreto profesional ampara legalmente al periodista para proteger la identidad de sus fuentes.

En ocasiones las fuentes pueden proporcionar información off the record. Datos que se facilitan al periodista para que comprenda mejor determinado acontecimiento pero que expresamente se pone como condición que no sean publicados. En esos casos el periodista debe ser honesto con su fuente y cumplir su voluntad. 

Necesidad de referir. El periodista también puede introducir en la noticia declaraciones realizadas por los protagonistas del acontecimiento. Hay dos fórmulas para ello: la cita directa, en la que se reproducen textualmente las frases más significativas pronunciadas o escritas. Estas siempre irán entrecomilladas o en letra diferenciada para que el lector las identifique claramente. 

La otra opción es la cita indirecta, muy útil para resumir en pocas frases declaraciones largas. Con ellas el periodista ya no reproduce textualmente sino que se limita a sintetizar y explicar lo declarado. La manera de introducirlas suele ser con un "dijo que", "afirmo que", "declaró que". Resulta muy habitual la combinación en la misma noticia de la cita directa y la indirecta.

Ojo con las fuentes

En teoría pareciera que el interés de informar fuese exclusivo del periodista; pero en la realidad es que los actores sociales son los más interesados en opinar y dar a conocer lo que piensan en los medios de comunicación que  son los instrumentos de difusión para conservar, reformar, aclarar, modificar o cambiar la opinión y la imagen de la sociedad en que se vive.

Es a  través de su ideología y tomando en cuenta sus intereses económicos, políticos, sociales como los individuos e instituciones proporcionan información.

Ellos son los más interesados en proporcionar  información a los medios.

Así, la responsabilidad y función de informar es una corresponsabilidad entre fuentes, periodistas y medios  de comunicación.

Cuando saben más que los demás sobre determinado ámbito o materia en particular o son más  diestras que otras en una actividad. Lo que debe ser demostrable.

El buen periodista sabe distinguir  entre una fuente autorizada y la fuente con autoridad. 

La primera es a la legal y administrativamente se le adjudica esa autoridad. Ejemplo: las oficinas de prensa, de RRPP, de Comunicaciones.

No necesariamente una fuente autorizada tienen autoridad. No toda fuente tiene el conocimiento experto para opinar e informar de algo o de alguien.

Una fuente honorable y metódica, además de sabia, puede dar una cierta garantía de que informa con rigor y confiabilidad.


Cada periodista lleva a cabo estas fases con su propio sello, estilo y producirá para los diferentes medios notas informativas, crónicas noticiosas, reportajes, entrevistas o hacer comentarios sobre el quehacer nacional, internacional, político, económico, etc.

El periodista aplica este método de trabajo general con el objetivo determinado de: informar, opinar y explicar.  

Su método de trabajo que no es más que un conjunto de procedimientos, técnicas y herramientas se profundizará según sea el género periodístico en el que se aplique el trabajo periodístico.

Mientras más sistemático y riguroso sea el trabajo periodístico, mejor planeado, organizado y expresado, será más eficiente y la información será más oportuna, veraz, objetiva y sustantiva.

Es recomendable tener una metodología de trabajo, ordenada, sistemática y exigente con la entrega a los demás (puntualidad).


Primero es necesario tener un método de trabajo claro y preciso.

Diálogo abierto y claro con su editor periodístico ( ¿qué me están pidiendo?)

Planeación informativa. Es la capacidad  para avizorar la tendencia de los movimientos de una sociedad. 

Olfato para detectar dónde puede brotar una noticia.

Manejo de las “fuentes”. Conocimiento acabado de ellas. Cada periodista conoce el comportamiento de sus fuentes de información habituales.

Preguntar siempre si se tienen dudas sobre alguna información. Las noticias no son propiedad de nadie.

Tener iniciativa y no quedarse con lo que informa  “la oficina de prensa o el comunicado oficial”.

No olvidar que el periodista es fiel y sensible intérprete de lo que la opinión pública necesita conocer.

No dejarse llevar por la “fuente”  para terminar siendo un periodista partidista o tendencioso. 


Las fuentes en la era digital

https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20201030/4969747102/fuentes-importantes-periodismo.html

Con la eclosión de las redes sociales, los mensajes que se difunden a través de Twitter o Facebook también se han convertido en fuentes de información. El caso más conocido es el del presidente Donald Trump , que se ha acostumbrado a lanzar noticias a través de su perfil de Twitter en lugar de organizar ruedas de prensa o encuentros con los periodistas.

En este caso, la cuenta de Twitter de Trump puede utilizarse para recoger declaraciones directas del presidente, aunque deberían contrastarse para comprobar su veracidad. Pero no todo lo que se publica en esta o cualquier otra red social es información oficial o puede usarse como fuente de información.

En el caso de las redes sociales, los periodistas deben ser incluso más estrictos en la validación de las fuentes y a la hora de contrastar la información.

Una de las mayores reticencias que despierta internet y los medios sociales como fuente de información es la relativa facilidad con la que se pueden falsear datos y suplantar identidades. Millones de personas son ahora capaces de publicar informaciones de cualquier tipo, desde cualquier lugar y sin límites. También pueden hacerse pasar por otras personas, difundir información inexacta o falsa, o fingir que están en un lugar estando en otro. Por esta razón los periodistas deben afinar sus habilidades para desenmascarar aquellas fuentes de información erróneas, ya sean malintencionadas o tan sólo equivocadas.

Las fuentes y el periodista cooperan. Fuente y periodista tienen algunos objetivos comunes: uno necesita que una determinada información se publique y otro necesita obtener noticias para satisfacer a sus superiores o para vender más periódicos. En determinadas ocasiones, las fuentes filtran una información que les interesa que aparezca y que los medios no se pueden resistir a publicar.

La fuente es la que prácticamente hace la noticia. Sería el caso de los comunicados oficiales. A partir de la proliferación de los gabinetes de prensa, aumenta la denominada “información convocada” en la que la fuente hace la noticia.

La relación entre el periodista y la fuente informativa en ocasiones puede ser motivo de conflicto; el mantenimiento del secreto profesional es un ejemplo de ello. La Deontología profesional periodística, como orden normativo, intenta regular estas relaciones.


Clasificación de las fuentes

Según la relación al objeto de conocimiento

La clasificación más extendida de la tipología de fuentes periodísticas es aquella que distingue entre fuentes primarias y fuentes secundarias, donde la diferenciación se basa en la relación con el objeto de conocimiento. Así, fuente primaria es aquella que está informada por su propia participación en el hecho noticiable, como parte participante o como testigo de lo que ha ocurrido.

Por su parte, la fuente secundaria es aquella que interpreta, pone en contacto y analiza las fuentes primarias. Esta clasificación permite distinguir el grado de manipulación al que ha sido sometida la información antes de llegar al periodista y ofrecerse a la audiencia.


Según el origen de la información

Un factor importante es la diferenciación entre la fuente de procedencia de la noticia y las diferentes fuentes que se consultan para la confección de la misma. Así se puede observar fuentes de origen de la información, que son fuentes de las que nace directamente la noticia. Por otro lado están las fuentes complementarias, que son aquellas que sirven para completar y contrastar la noticia.


Según el nivel de acceso

En función a la exclusividad del uso de la fuente se distinguen fuentes exclusivas del medio y fuentes compartidas. Para el medio de comunicación es garantía de reconocimiento el poder ofrecer una información en exclusiva que proviene de una fuente de la que tan solo ese medio puede beneficiarse. A veces no se trata solo de la exclusividad de la información sino de la fuente, que puede tener complementos de valor añadido.


Según la frecuencia de contacto

Otra característica que sirve para clasificar las fuentes es la temporalidad de la relación de la fuente con el medio. Según Mauro Wolf, las fuentes se clasifican en estables o provisionales. Las fuentes estables son aquellas que mantienen relaciones fijas con el medio, como por ejemplo una agencia de noticias. Las fuentes temporales o provisionales son las que se relacionan solo durante un cierto período o lo que dure la cobertura de un tema informativo concreto. Dentro de las fuentes temporales podemos diferenciar entre aquellas que han sido utilizadas una única vez y aquellas a las que, sin llegar a ser permanentes, se recurre más de una vez.

Según su grado de institucionalización

Otro baremo para clasificar las fuentes es aquel que las distingue según su grado de implicación institucional con el ítem informativo. En función de esta variable se distinguen entre fuentes oficiales, aquellas directamente relacionadas con la producción de la información (gobierno, ayuntamiento, asociación, ONG...) y fuentes no oficiales, las que aun teniendo su propio punto de vista o datos que aportar sobre el suceso no están ligados a su origen o carecen de una autoridad reconocida.

Según su identificación

Podemos establecer una categorización en función a la confidencialidad de la fuente: fuentes públicas y fuentes anónimas. Por fuente pública se entiende aquella que puede identificarse y definirse como origen o complemento de la información. Las fuentes anónimas son las que no podemos publicitar y que forzosamente han de quedar ocultas en el proceso de recolección informativa. El uso de las fuentes anónimas puede estar justificado cuando esta prefiere reservar su anonimato para protegerse de eventuales consecuencias negativas.


FORMAS DE RELACION ENTRE EL PERIODISTA Y SUS FUENTES

ON THE RECORD. Todo lo que la fuente y es de interés público dice el periodista lo puede citar. 


NOT FOR ATRIBUTTION

Atribución con reservas: Fuentes que actúan bajo la "regla de la reserva". La fuente no desea ser identificada, es decir, no quiere que aparezca su nombre directamente. Sin embargo, se pueden citar contextos y retransmitir palabras. Ejemplo: "Fuentes próximas al presidente aseguran que


ON DEEP BACKGROUND

Atribución con reserva obligada: Actúa bajo la regla del plagio. Se protege todavía más la privacidad y el anonimato de la fuente. Se oscurece el contexto en el que se ha obtenido la información y e escribe de forma que el periódico parezca haber obtenido los medios por otros medios. Ejemplo: "Este periódico ha podido conocer..."


Por su incidencia en el quehacer profesional observemos estos casos con más detalle. 


La información off the record

OFF THE RECORD 

Atribución de reserva total ("off the record"): Información dada al periodista con la única función de hacerle comprender lo ocurrido. En ningún caso puede publicarse. Es un aporte de datos más para el bagaje de información del periodista.


La actitud de la fuente

La actitud de la fuente puede afectar directamente a la información que se quiera publicar, ya que de la atribución que se dé a los datos conocidos dependerá, en mayor o menor grado, la fiabilidad de la información. Es posible diferenciar varios casos:


Información con atribución directa: el periodista tiene autorización para nombrar la fuente. Esta es la situación ideal porque aumenta la credibilidad y cuenta con un mayor valor informativo.

Información con atribución reservada: es el caso más frecuente. El periodista oculta la identidad de la fuente. Es una fórmula utilizada por las fuentes que ofrecen información “intoxicada”, por lo que será recomendable sospechar de ella y preguntarse por la intención o los intereses de la fuente.

Off the record: el periodista recibe una información confidencial no publicable. Es una información para uso exclusivo de él; sin embargo podrá hacer uso de ella si ha sido verificada por otras fuentes.

Miguel Gónzalez Pino planteaba un caso ilustrativo en un capítulo del libro “La Ética Periodística en el Nuevo Milenio”. En él expone un ejemplo que surgió en Chile tras las declaraciones de un obispo sobre temas políticos y su petición de tomarlo como una información off the record. A pesar de esa petición, un periodista de un diario local publicó la noticia y se abrió un amplio debate sobre esta forma de obtener la información. El director y los compañeros del periódico apoyaron la actuación del periodista, pero el obispo decidió presentar su queja al Consejo de Autorregulación. Finalmente se aceptó la denuncia y un consejo dictaminó el fallo: se había cometido una grave infracción ética y debía ser amonestado. Se consideraron algunos aspectos:

El ejercicio del periodismo se basa en un “contrato” tácito entre el periodista, su medio, los lectores y las fuentes.

El periodista que se haya comprometido a mantener en forma confidencial (“off the record”) hechos, informaciones u opiniones, no debe darlos a conocer ni pública ni privadamente. Esto implica que tampoco podrá compartirlos con persona alguna que pudiera divulgarlos. 

CUAL ES EL PRINCIPIO QUE ESTA AQUI EN JUEGO, QUÉ ES LO QUE EL PERIODISTA PROTEJE

El secreto de fuentes tiene una lógica muy sencilla, según Jonathan Peters del Columbia Journalism Review. Hay muchas personas que tienen acceso a información sobre corrupción, crimen o abuso de poder, que no hablarían públicamente por temor a represalias, pero si lo harían anónimamente por medio de la prensa.[https://www.clarin.com/politica/secreto-fuentes-pala-periodismo-desenterrar-datos-corrupcion_0_mL3jGlzLD.html]

“Así que se desarrollaron privilegios para proteger a los periodistas, ya que hay un interés público en la divulgación de información noticiosa”, dijo Peters. Si el periodista fuera forzado a revelar la identidad de sus fuentes, no tendría más acceso a ese flujo de información sobre las actividades ocultas del poder.

Entonces, los periodistas, al publicar la información, se convierten en los objetivos de los contraataques, y no sus fuentes.

El secreto profesional

Es el reconocimiento del derecho del periodista a no revelar alguna información, o la manera en que ha sido conseguida, para proteger a las fuentes, a sí mismo y a su ejercicio profesional. No significa únicamente que el periodista decida no publicar algunos datos sino que supone la posibilidad de ocultarlos si lo considera necesario. La FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de España) lo define de la siguiente manera:

El secreto profesional es un derecho del periodista, a la vez que un deber que garantiza la confidencialidad de las fuentes de información. Por tanto, el periodista garantizará el derecho de sus fuentes informativas a permanecer en el anonimato, si así ha sido solicitado. No obstante, tal deber profesional podrá ceder excepcionalmente en el supuesto de que conste fehacientemente que la fuente ha falseado de manera consciente la información o cuando el revelar la fuente sea el único medio para evitar un daño grave e inminente a las personas.

Artículo 10 del Código Deontológico de la FAPE

En el ámbito del periodismo, la polémica acerca de cómo debe ser regulado o hasta qué punto debe ser respetado el secreto profesional ha sido su principal característica. La diversidad de opiniones e intereses al respecto hace que la discusión parezca no tener una solución universal. Desde que el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos fuese aprobado, el derecho al secreto profesional ha constituido una de las reivindicaciones tradicionales de los periodistas, con resultados diferentes en cada país. Ya es reconocido (aunque en distintos grados) por los ordenamientos jurídicos de la mayoría de los países democráticos con un sistema de prensa considerado independiente; no obstante, hay países como Francia, Bélgica, Gran Bretaña y algunos estados de Estados Unidos en donde se niega.


PERO HAY QUE ESTAR ATENTO, NO TODO SECRETO ES SECRETO PROFESIONAL

Es importante señalar que según esta obligación de confidencialidad que contrae el profesional sanitario con su paciente podemos distinguir varios tipos de secretos según las características propias y las circunstancias en las que se enmarque esta confidencia.

Los distintos tipos de secretos profesionales y sus diferencias radican en la forma en la que se compartió o descubrió dicho secreto y en la obligatoriedad o no de guardarlo. Basado en esto, contamos con:

El secreto natural: descubierto por casualidad, por investigación personal o por confidencia, y no puede divulgarse. Aunque no haya una promesa de guardar secreto, se está obligado a callar, en virtud del precepto moral que prohíbe perjudicar a los demás sin ningún motivo de razón.

El secreto prometido: nace de un contrato y de la promesa de guardar silencio después de haber conocido el hecho. Un mismo secreto puede ser a la misma vez natural y prometedor.

El secreto confiado: genera una promesa hecha antes de recibir la confidencia. El secreto pasa a ser estrictamente confidencial o profesional.

Un secreto es aquello que cuidadosamente se mantiene oculto o en reserva.

Las cosas a que se refiere la definición de secreto pueden ser materiales o inmateriales. Aunque, en propiedad, no son las cosas materiales las que constituyen el  secreto, sino que éste está constituido por el "conocimiento" que tales cosas existen y se hallan ocultas.  El secreto también conlleva la  idea de reserva, de ocultación, ignorancia o desconocimiento.

Por último, la palabra "cuidadosamente" supone la idea de una voluntad. Es voluntario en cuanto implica una decisión para mantenerlo o revelarlo. 

El objeto de todo secreto es mantener una cosa oculta, ignorada de todos o por lo menos, por algunas personas.

Los distintos tipos de secretos profesionales y sus diferencias radican en la forma en la que se compartió o descubrió dicho secreto y en la obligatoriedad o no de guardarlo. 

Desde el punto de vista de su naturaleza jurídica , el secreto profesional suele ser abordado y entendido de dos maneras.

El secreto profesional como producto de un contrato bilateral tácito entre el profesional y su cliente. 

El secreto como una institución de derecho público extracontractual. Se trata así de una obligación absoluta, de interés y de orden público que está por encima del interés privado de las partes.

El secreto profesional 

Un secreto es aquello que cuidadosamente se mantiene oculto o en reserva. En el ámbito profesional es el deber u obligación que tienen los miembros de ciertas profesiones (médicos, abogados, psicólogos) de no develar los hechos que han conocido en el ejercicio de su profesión. 

El secreto profesional comporta un compromiso ante todo moral y también legal de no contar a persona alguna, incluso un juez, aquello que fue informado confidencialmente. Dentro de las diferentes formas de secreto (natural, prometido, confiado), encontramos el llamado secreto profesional, es decir el compromiso contraído por el profesional de mantener en reserva el nombre o identidad de la fuente (secreto de la fuente), mantener en reserva lo revelado o informado (“off the record”) o respetar una determinada fecha y hora antes de difundir la información (embargo noticioso). Para los periodistas el secreto profesional constituye un derecho (más del 80% de los códigos deontológicos establecen la necesidad de contar con él), pues aunque en primera instancia, pareciera haber una limitación del derecho de informar (mantener en el anonimato a la fuente o no divulgar todo el contenido de la información), esta reserva le permite realizar su actividad con mayor tranquilidad y libertad, posibilitando el derecho del público a conocer toda la información. 

A nuestro juicio, el objeto moral del secreto, es la salvaguarda de la fuente ante eventuales peligros como atentados contra su integridad física, represalias en contra de su familia, la pérdida del trabajo o incluso la muerte. Esto permite, a su vez, que el periodista pueda tener acceso a cierta información, que de no mediar el secreto no le sería posible obtener. Si bien es cierto, como hemos dicho, el secreto profesional busca resguardar la integridad de la fuente ante eventuales amenazas, peligros o cualquier otra consecuencia negativa. También protege al periodista, quien puede negarse a entregar a otros medios o a un juez el nombre de su fuente, los temas o las circunstancias de la entrevista. Incluso, puede negarse ante el medio para el cual trabaja. Este derecho opera sólo en la medida en que es indispensable para el cumplimiento de su deber. 

A los periodistas no siempre se les ha reconocido esta prerrogativa, aunque en la actualidad la mayoría de los ordenamientos legales lo admiten. En Chile la ley de prensa sólo contempla en su artículo 7º el derecho a la reserva de las fuentes. Allí se establece que “los directores, editores de medios de comunicación social, las personas a quienes se refieren los artículos 5º y 6º y los corresponsales. También es aplicable al sacerdote en el confesionario, conocido como secreto de confesión. En ética se llama objeto (moral) o finis operis a aquello a lo que la acción tiende de suyo y en lo que termina, considerándolo en su relación con la norma moral. Con otras palabras, es el objeto inmediato del acto de la voluntad.

Dario Restrepo

10 pasos para ser un buen periodista

https://www.youtube.com/watch?v=YmjrpOl8kCk


En el ámbito profesional es el deber u obligación que tienen los miembros de ciertas profesiones (médicos, abogados, psicólogos) de no develar los hechos que han conocido en el ejercicio de su profesión. 

El secreto profesional comporta un compromiso ante todo moral y también legal de no contar a persona alguna, incluso un juez, aquello que fue informado confidencialmente. Dentro de las diferentes formas de secreto (natural, prometido, confiado), encontramos el llamado secreto profesional, es decir el compromiso contraído por el profesional de mantener en reserva el nombre o identidad de la fuente (secreto de la fuente), mantener en reserva lo revelado o informado (“off the record”) o respetar una determinada fecha y hora antes de difundir la información (embargo noticioso). 

Para los periodistas el secreto profesional constituye un derecho más del 80% de los códigos deontológicos establecen la necesidad de contar con él), pues aunque en primera instancia, pareciera haber una limitación del derecho de informar (mantener en el anonimato a la fuente o no divulgar todo el contenido de la información), esta reserva le permite realizar su actividad con mayor tranquilidad y libertad, posibilitando el derecho del público a conocer toda la información. A nuestro juicio, el objeto moral76 del secreto, es la salvaguarda de la fuente ante eventuales peligros como atentados contra su integridad física, represalias en contra de su familia, la pérdida del trabajo o incluso la muerte. 

Esto permite, a su vez, que el periodista pueda tener acceso a cierta información, que de no mediar el secreto no le sería posible obtener. Si bien es cierto, como hemos dicho, el secreto profesional busca resguardar la integridad de la fuente ante eventuales amenazas, peligros o cualquier otra consecuencia negativa. También protege al periodista, quien puede negarse a entregar a otros medios o a un juez el nombre de su fuente, los temas o las circunstancias de la entrevista. Incluso, puede negarse ante el medio para el cual trabaja. Este derecho opera sólo en la medida en que es indispensable para el cumplimiento de su deber. 

En ética se llama objeto (moral) o finis operis a aquello a lo que la acción tiende de suyo y en lo que termina, considerándolo en su relación con la norma moral. Con otras palabras, es el objeto inmediato del acto de la voluntad. 

En un lenguaje coloquial sería a lo que “apunta” dicho acto, considerado en si mismo. Acompañan también al acto moral, el finis operantis o intención del agente y las circunstancias que atenúan o agravan la bondad o maldad el acto. 52 extranjeros que ejerzan su actividad en el país, tendrán derecho a mantener reserva sobre su fuente informativa, la que se extenderá a los elementos que obren en su poder y que permitan identificarla y no podrán ser obligados a revelarla ni aun judicialmente”. Esta especie de “secreto” se hizo extensivo “a las personas que, por su oficio o actividad informativa, hayan debido estar necesariamente presentes en el momento de haberse recibido la información” (idem), por ejemplo, camarógrafo, sonidistas, fotógrafos y demás personal técnico. Esta extensión nos parece absolutamente necesaria. La mencionada ley, precisa que este derecho sólo rige para “quienes estén en posesión del respectivo título universitario, reconocido válidamente en Chile, y aquellos a quienes la ley reconoce como tales” (Art. 5º). Respecto del Código Civil no existe una disposición expresa sobre el secreto profesional para los periodistas.

Por su parte, el código de ética de los periodistas chilenos, estipula en su artículo noveno: “El periodista debe citar sus fuentes, pues el lector tiene derecho a conocerlas y así evaluar por sí mismo la calidad de las mismas. Sólo debe silenciarlas si ellas se lo pidieren - previa confirmación de su idoneidad y confiabilidad -, respetando así la confianza otorgada al entregársele antecedentes reservados” y agrega en el artículo décimo: “el periodista que se haya comprometido a mantener en forma confidencial (off the record) hechos, informaciones u opiniones, no debe darlos a conocer ni pública ni privadamente. Esto implica que tampoco podrá compartirlos con persona alguna que pudiera divulgarlos”. Es casi una constatación banal recordar que el periodista no debería presionar, sobornar o chantajear a la fuente para obtener información. Tampoco debe obligarla a que se identifique. Sí puede en cambio, persuadirla de que acceda a identificarse, garantizándole ciertas reservas. Es de gran importancia que el periodista se mantenga fiel a su compromiso. De lo contrario, la fuente perderá la confianza y no seguirá entregando información que puede ser muy valiosa. 

El secreto profesional deriva del derecho a la información, pues supone el derecho de investigar y recolectar información, y a su vez, esto implica el acceso a las fuentes. Esta “abastece” al periodista, quien se compromete a guardar silencio si es que la fuente así lo requiere. Para que el flujo informativo no se rompa, es necesario que ambas partes respeten sus compromisos. Romper el secreto injustificadamente puede ser una gran imprudencia.

Recomendación de lecturas:

https://fundaciongabo.org/es/etica-periodistica/recursos/12-principios-periodisticos-para-la-proteccion-de-las-fuentes-anónimas

https://intelectual.org/aspectos-legales-en-artes-y-medios/etica-legalidad-como-citar-fuentes-correctamente-periodismo/


LECTURA ASOCIADA A ESTA LECCION

Nariño, P. A. (2004). la relación entre los periodistas y sus fuentes. Un abrebocas para la discusión. Obtenido de https://espacioculturayarte.files.wordpress.com/2016/02/la-relacic3b3n-entre-los-periodistas-y-sus-fuentes.pdf




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